VICENTE CASTILLO APARICIO. "Ayudaremos a las cofradías que no tengan costaleros"
Domingo, 31 de Octubre de 2010 LA SEMANA - GENTE.
Juana Pastor
Lleva 20 años como técnico de ascensores en la empresa ThyssenKrupp Elevadores S. L. Para él, la mejor dentro del servicio de aparatos elevadores, donde ofrecen buen servicio y calidad máxima. Desempeña su profesión en Jaén, aunque esta empresa está implantada en toda España y en otros países. Es una persona responsable en su trabajo y comprometido en las tareas de hogar ya que comparte con su esposa María del Mar la especial atención que necesitan sus hijas, Noelia e Irene. Le gusta el deporte, pues se dedicó al fútbol durante bastantes años y no renuncia a dedicar parte de su tiempo a otras causas de forma altruista. Tiene grandes inquietudes y en su haber destacan valores como la generosidad.
—¿Cómo definiría su trabajo?
—Atractivo y ameno, aunque no exento de responsabilidades. Me llena profesionalmente cuando realizo una reparación y veo que esa avería complicada queda subsanada; te sientes importante y satisfecho. Es un trabajo que entraña bastante riesgo, por lo que debemos estar siempre alerta.
—¿Alterna su trabajo con el deporte?
—Ahora mismo no, pero, hasta hace muy poco, sí, con el fútbol. De hecho, siempre lo he tenido que compaginar ya que me he dedicado semiprofesionalmente al fútbol durante más de una década.
—¿Qué le aporta la práctica de deporte?
—Liberación y descarga de energía, además de compartir un buen rato con los amigos.
—¿Cuánto tiempo estuvo como futbolista semiprofesional?
—Pues más de una década. Empecé con 17 años debutando en Tercera División, cuando era juvenil con el Villanueva del Arzobispo; antes me formé en las categorías inferiores del Jaén 81. Luego, estuve jugando en muchos equipos de la provincia, siempre en Tercera División y Regional Preferente.
—Como deportista, ¿consiguió algún trofeo o premio?
—Sí, varios, pero los dos más preciados para mí son cuando quedé Campeón de Andalucía con Jaén en el campeonato de selecciones provinciales. Eso es algo inexplicable lo que sientes cuando eres tan joven y ves que eres Campeón de Andalucía. El segundo fue cuando ascendí de categoría con el Club Deportivo Linares, especialmente cuando llegamos a casa y nos recibieron como auténticos campeones, fue algo inolvidable.
—Y, en la actualidad, ¿a qué dedica su tiempo libre?
—Cuando puedo o tengo algún encarguillo, me encanta el bricolaje, en especial, con la madera. Y mi mayor pasión, nunca mejor dicho, es la Semana Santa. Desde pequeño, ya me ilusionaba con ella. Recuerdo cuando mi padre era costalero de Nuestro Padre Jesús y yo iba siempre con él al relevo para que me diera su rebeca, me metía en medio de los costaleros y allí me hacía sentir el niño más feliz y orgulloso del mundo. Me inculcó desde pequeño amar la Semana Santa y a mirar a Jesús, “Nuestro Abuelo”, y me decía: “Bajo su trono la carga es ligera”. Ahí tuve claro que sería costalero cuando tuviera edad. He estado más de veinte años de costalero, estos últimos cuatro, de capataz con María Santísima de la Caridad y Consolación y llevo dos saliendo en el servicio de paso de una de las imágenes más bellas y queridas de Jaén, mi amado Jesús del Perdón.
—Inmerso en el mundo cofrade, ¿cuál es su aportación y qué objetivos se marca?
—Hemos formado un grupo de personas una cuadrilla de costaleros “Madre de Dios del Rosario”. Decidí dar el paso gracias a los ánimos y apoyo de mi mujer, María del Mar, porque ella sabe lo que esto significa para mí y lo que me reconforta como persona.
—¿Cuántas personas hay dedicadas a la asociación?
—En un principio y como en casi todos los grupos que se forman, somos 19 como cabezas visibles, pero, en realidad, estamos alrededor de 60. Sí quiero hacer hincapié en esto porque nuestro mayor objetivo es que todos somos iguales. Yo soy ahora el presidente, pero es más burocrático que otra cosa; lo que sí me gusta es que todos seamos partícipes. Es en lo que estamos trabajando.
—¿Es una asociación?
—Sí, nos hemos formado e inscrito en el Registro de Asociaciones. Llevamos ya más de año y medio trabajando y, hasta que no ha estado todo formalizado, no hemos querido dar el paso. A las personas que formamos la cuadrilla nos gustan las cosas bien hechas.
—¿Hay algún acto programado para dar a conocer su trabajo?
—Vamos a presentarnos oficialmente ante el mundo cofrade de Jaén en un acto sencillo y lleno de humildad. Será el próximo 13 de noviembre, a las siete y media de la tarde, en el salón de actos de la Agrupación de Cofradías, donde explicaremos cómo ha sido nuestro proceso de formación y para qué hemos creado la cuadrilla. No es nada lucrativo, sólo una satisfacción personal.
—¿Algún invitado especial?
—Por supuesto vamos a invitar a todas las hermandades de Pasión y Gloria, a gente de a pie que ha colaborado con nosotros. Un invitado especial es José María Mariscal Muñoz, presidente de la Agrupación de Cofradías de Jaén, a quien damos las gracias públicamente por prestarse en lo que buenamente pueda colaborar, así como a Joaquín Riquelme Montoro, secretario de la Agrupación, que ha colaborado desinteresadamente para que podamos presentarnos en dicho salón de actos.
—¿Qué supondrá esto para las hermandades de la ciudad de Jaén?
—Lo que queremos conseguir, y para ello nos hemos constituido, es seguir engrandeciendo nuestra Semana Santa, por supuesto que también a las hermandades de Gloria. Ayudar desinteresadamente a que aquellas cofradías que tengan problemas de costaleros esto no sea motivo de preocupación hasta el mismo momento de realizar la estación de penitencia; que sepan que ya tienen una cuadrilla de costaleros formada, siempre enfocados a seguir haciendo escuela.
—¿Qué se le exige a un joven para ser un buen costalero?
—Sobre todo, pasión y fe en Jesús Nuestro Señor y María Santísima su Madre. Sin esto no se puede ser un buen costalero. Compromiso para aprender debajo de una trabajadera y a sufrir un poquito; aunque más que sufrimiento, diría a disfrutar de su sacrificio. Estar dispuesto para aprender lo que es respetar y colaborar con unas personas que, en esos momentos, son su familia. De ahí la expresión de: “Tos por igual, valientes”
—¿Cuál es la principal satisfacción de un costalero?
—Yo hablo desde mi experiencia. Para mí, es una explosión de júbilo, un ensanchamiento del corazón, cuando estás debajo y respiras notas el calor y la emoción de cada uno de los que están contigo. Todos somos uno y uno somos todos, eso es para mí la mayor satisfacción, que no te importa el sufrimiento, no notas el dolor, porque lo que sientes es pasión y amor.
—¿Cuentan con ayudas?
—Si nos referimos a económicas, no. Las que hemos obtenido hasta ahora son pequeñas donaciones de gente de a pie, familiares y amigos que nos han querido ayudar. Ahora bien, sí estamos teniendo colaboración de varias empresas, como Maderas Relamer, Suministros gráficos y Plenarium.
